¿Por qué querría un locutor hablar menos si justo en la voz tiene sus más preciadas cualidades? Negarse a capitalizar su talento no tiene sentido. ¿Será que posee mejores habilidades en otra parte? ¿Aún no lo descubre? ¿Es una ilusión? ¿Será que quiere creer que es mejor haciendo otra cosa en la vida?
Te has hecho esos planteamientos, lo sé. Y claro, no tienes que ser locutor. Esto tiene que ver con el sentido de la vida, te dediques a lo que sea.
¿Estoy hablando de mí? Tal vez sea de ti.
Me parece que todos, en mayor o menor grado, hemos sentido la frustración de no atrevernos a ser lo que queremos ser.
Pero si a las palabras se las lleva el viento y lo que se escribe en piedra permanece, ¿tiene mayor sentido escribir, o no? ¿Hará falta una piedra? Tal vez la piedra soy yo.
Ya he hablado suficiente. Y por no haber escrito más, mucho me han tomado el pelo. Haber creído en la palabra de otros me ha causado pérdidas importantes.
Valiosa es la palabra dicha, pero lo que se escribe queda como testigo.
Rayando el medio siglo de vida, con gusto me autoimpongo hablar menos y escribir más, a ver si en el otro medio siglo de vida pierdo menos.
Pero además, y muy importante, es la intención de dejar un testamento. Nuestro propio Viejo Testamento que hable por nosotros para cuando ya nadie nos pueda preguntar ni oír.
Escribir siempre me gustó. Leer es hermosamente obligatorio cuando creces en eras sin máquinas inteligentes. En algún punto transicioné del lápiz al micrófono y fue bueno. Pero con el tiempo sientes que quedan cosas por decir, por más que hablas.
Es vital complacer (si cabe la palabra), el más profundo instinto del Ser mismo. Dicho al derecho, importante es serle fiel a esa esencia que te habla secreta y directamente a las profundidades de las vísceras espirituales, para así atender La Voz Misma De Dios y Sus Divinos Propósitos, que son distintos para cada cual y para cada tiempo.
No me pasé de copas, hoy estoy sobrio.
Soy el locutor que quiere entrar a su medio siglo de vida hablando menos y escribiendo más.
¿Y tú? ¿Qué quieres ser a estas alturas? ¿Qué te falta por cumplir contigo mismo y con Dios?
Voy a dejar mi Viejo Testamento en blanco y negro, tal vez en el 2099 alguien necesite tomar algo de él…
Hablar o Escribir es el medio…no es el fin. Creo que eres un comunicador con propósito… No obstante, tengo que reconocer que hablando tu voz es melodía pero escribiendo…tu escrito es poesía… te bendigo hermano…
Fernand, gracias por abrir tu corazón y darnos permiso a leer algo de lo que bulle ahí dentro. De alguna forma nos sentimos que no somos los únicos transitando esos senderos…
El mensaje va más allá de las palabras, escritas o habladas. Somos el silencio mismo, te amo y gracias por existir en él 🙏🏼
Yakeen
No se si serán ofensivas o halagadoras mis palabras, pero te he leído y en mi mente tu voz recitaba los versos. Eres un “outsider” por naturaleza, no eres de aquí ni de allá, eres de ti y de Dios. Por eso nos gusta lo que traes o lo que llevas, porque siempre se queda esa voz que aunque no salga por un parlante, declamará por ti como quien “no puede dejar de locutar”. Como diría el mes religioso “Vuela amigo, vuela alto, no seas gaviota en el mar”.
👏🏽👏🏽👏🏽♥️